¡Hola!
Otra vez me encuentro sentada frente a mi fantástica ventana.
Hoy suena un tango de fondo y Frida está hecha una bolita encima de mi falda.
Ayer y hoy me dió por pensar y sentir los regalos que recibo cada día.
Veo regalos por todos lados y cuanta más atención les presto, más parecen materializarse ante mí, más los aprecio y más me aprecia la vida.
Ayer, yendo en el colectivo, me llamaron la atención varias cosas; vi un cartel que motivaba a los trabajadores a exigir que sus empleadores los contrataran legalmente. Al rato, me llamó la mirada otro cartel que avisaba con letras luminosas de un escalón en la mitad del colectivo.
Ambos carteles me resultaron ser cuidadosos hacia los demás, me parecieron ser muestras de amor.
Pensé que muchas veces podemos ver amor donde menos nos parece que va a aparecer y bajo formas que, tal vez, no habíamos considerado antes como tal.
Hoy quiero invitarlos a abrir los ojos y a encontrar expresiones de amor en todas partes, donde sea, de la forma que sea.
Busquemos ver amor a nuestro alrededor en lo grande y en lo pequeño, en lo cotidiano, lo banal, lo que pasa desapercibido, y también en nuestras relaciones, en los gestos amables que tienen los demás y en los regalos que nos trae la vida cada día.
Busquen porque ahí están. Acá están, siempre. Así es.
Los quiero
Claudia
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