DE VACACIONES

HOY ME TOMO UN MOMENTO SÓLO PARA MÍ, PARA HACER ALGO PLACENTERO, DIVERTIDO O PARA DESCANSAR

Hola mis queridos, 

hoy quiero hablar de la necesidad y de los beneficios de descansar, de tomarse un momento para desconectar y de irse de vacaciones. 
La idea surge justamente porque me estoy preparando para tomarme yo un descanso, irme de la ciudad unos días, vivir la ruta, nutrirme de la naturaleza y olvidarme de todo por un rato para volver con la mente e ideas frescas. 

Muchas veces, sentimos que no podemos permitirnos parar y tomarnos un momento para no hacer nada o para simplemente leer o tirarnos al sol. 
En mis años en España, esto es una de las cosas que aprendí a hacer: descansar, no hacer nada, irme de vacaciones, y saber que el mundo sigue funcionando perfectamente aunque yo me desconecte un tiempo. 

Cuando descansamos, hacemos otras cosas que no son trabajar o cambiamos de paisaje, renovamos no sólo nuestra energía, sino que además renovamos nuestra creatividad y muchas veces, tendremos un nuevo punto de vista sobre un problema o una situación, y daremos con la solución más fácilmente o encontraremos una manera creativa de resolver lo que sea. 
También notaremos los beneficios en el área creativa, artística y en nuestra relaciones. 

Descansar le hace bien a nuestro cuerpo. Me parece que ni siquiera hace falta que explique este punto: nuestro cuerpo recarga pilas, le damos la oportunidad de regenerarse, dejamos los problemas a un lado y con esto, todo nuestro sistema nervioso/endocrino/glandular, nuestra respiración...todo se ve afectado de forma positiva. 

Nos tomamos la vida con más ligereza. Al permitirnos un momento de descanso, de desconexión, de no estar para los demás, nos volvemos más conscientes de que nuestra vida nos pertenece, de lo que realmente es importante para nosotros, y de que no somos imprescindibles en la vida de los demás. Creo que nos ayuda a vivir menos desde el ego. 

Vivimos en sociedades donde parece que cuanto más se hace mejor se es o mejor se vive. 
Hiperactiva por naturaleza, voy aprendiendo a hacer una cosa a la vez, a no acelerarme, a tener paciencia y a saber que más no es siempre mejor. 
Queda "bien" ante los demás decir que estamos extremadamente ocupados, pero ¿nos hace bien a nosotros? Creo que todos sabemos la respuesta: no. 
Vivir corriendo de acá para allá, no es vivir sino más bien sobrevivir. Pueden haber épocas de más actividad en nuestras vidas, sin embargo si es una constante, podríamos plantearnos lo que es más importante y desistir de tener calendarios repletos todo el tiempo. 
Hoy en día el no hacer nada está mal visto. 
Hace un par de siglos significaba que se era de la nobleza. Modas, tendencias, maneras de vivir, convenciones sociales  que conviene siempre cuestionar. 
Busquemos el equilibrio sano para nosotros mismos. 

Nos merecemos tiempo para no hacer nada, descansar, estar tirados sin más...tiempo supuestamente "no productivo". 
Nos lo merecemos. Somos seres no haceres. La vida no gira alrededor del hacer constante. Grandes maestros de los cuales podemos aprender es de los animales; si tienen alguno en casa, observen. Ellos saben que merecen descansar tanto como comer, recibir mimos, salir a pasear etc... ¡y lo hacen sin ningún complejo! 

Con estas palabras, les deseo unos días y un fin de semana con ratos de ocio, ratos de no hacer nada y otros de puro placer. 

Yo, vuelvo en una semana. 

Los quiero

Claudia


coachclaudiaa@gmail.com 
Coaching de Vida /Cursos Louise Hay/ Reiki

VIDA DE LOUISE L HAY

Suelto el pasado y vivo el presente con alegría creándome un maravilloso futuro

Hola mis queridos, 


hoy les copio y pego lo que dice Wikipedia sobre la vida de Louise L Hay. 
Siempre la menciono, la leo, escucho sus palabras cada día, practico sus afirmaciones y sus enseñanzas y hoy me doy cuenta de que nunca les conté mucho de la vida de esta persona que tanto ayuda e inspira, con sus palabras, enseñanzas y su propio ejemplo. 

Me parece una gran maestra y un fantástico ejemplo porque practica lo que enseña. 
Qué disfruten aprendiendo algo más sobre esta hermosa Mujer. 

Los quiero

Claudia


Primeros años

Louise L. Hay nació en Los ÁngelesCalifornia, el 8 de octubre de 1926. Sus padres se divorciaron cuando ella apenas contaba con un año y medio.2 A partir de ese momento, la madre de Hay debió desempeñarse como empleada doméstica para mantener su hogar, y su hija quedó a cargo de una familia amiga.2 Posteriormente, su madre volvió a contraer matrimonio con un hombre violento criado en Europa y tuvo otra hija. Cuando Hay cumplió cinco años, habiendo ya sobrevenido la depresión de 1930, fue violada por un vecino alcohólico.3 El hombre recibió 15 años de prisión, y Hay luego recordaría: «... como a mí me repitieron insistentemente que "la culpa era mía", me pasé muchos años temiendo que cuando lo dejaran en libertad vendría a vengarse de mí por haber tenido la maldad de enviarlo a la cárcel».3
Cuando cumplió 10 años, su padrastro, que solía maltratarla físicamente, empezó a abusar sexualmente de ella. Con 15 años de edad, Hay decidió escaparse de su casa y comenzó a trabajar como camarera, trabajo que calificó como «más llevadero» que todo lo que había pedecido anteriormente.4 Necesitada de cariño, se entregaba sexualmente a aquel que le demostrara un poco de atención, motivo por el cual quedó embarazada con 16 años y, al dar a luz, dio en adopción a su hija a una pareja que no tenía hijos. Nunca más volvió a saber nada de ella.4 Tiempo después, en 1950, regresó a su casa y se llevó consigo a su madre, a quien le buscó un empleo como encargada de la limpieza en un pequeño hotel.4

Vida en Chicago

Luego, se asentó con una amiga en Chicago, donde cumplió labores domésticas. Finalmente, comenzó a trabajar como modelo de alta costura en Nueva York.5 Ahí, tuvo éxito trabajando para Bill BlassOleg Cassini y Trigère Pauline.
Mientras incursionaba en la industria de la moda, conoció a un empresario inglés, Andrew Hay, con el que se casó en 1954. Lo definió como un «caballero encantador y educado».5 Con él, viajó alrededor de todo el mundo pero en 1968, luego de 14 años de matrimonio, su esposo la abandonó por otra mujer. «Fue precisamente cuando yo estaba empezando a creer que las cosas buenas podían ser duraderas. Sí, fue un golpe aplastante. Pero el tiempo pasa, y sobreviví», relató.5

[editar]Comienzos en las prácticas espirituales y diagnóstico del cáncer

En 1970, para sobrellevar su baja autoestima, comenzó a inclinarse a prácticas espirituales tales como la meditación trascendental y empezó a asistir a los servicios dominicales, las reuniones y las clases de la Iglesia Ciencia de la Mente (la Iglesia de la Ciencia Religiosa). Fue allí donde escuchó por primera vez que los pensamientos y las palabras son «creadoras de nuestra vida», que cada uno es responsable de sus propias experiencias y que puede cambiar su vida si modifica su modo de pensar, escogiendo y prestando atención a las palabras que utiliza.6 Dos años después, se convirtió en ministro y en una oradora popular de la iglesia. Además, estudió durante seis meses en la Maharishi's International University, en Fairfiel, Iowa.6
De regreso a Nueva York, continuó con los cursos de formación de sanadores en su iglesia, y participó activamente en sus actividades sociales. Varios años después, fijándose en las dolencias y problemas de sus clientes, comenzó a relacionar y estudiar las causas psicológicas y espirituales de las enfermedades, confeccionó una guía referencial detallando las causas mentales de las dolencias físicas basándose en los estudios realizados de sus clientes y desarrolló pautas de pensamiento positivas para revertir la enfermedad. Fue así como en 1976 publicó Sane su cuerpo, una lista de causas metafísicas de enfermedades físicas. A partir de entonces, comenzó a dar conferencias y clases.6 Hay aseguró, al igual que todos sus pares, que la aceptación hacia uno mismo resuelve cualquier tipo de problema. Incluso, comprobó que cuando conseguía que sus clientes comenzaran a amarse, apreciarse y respetarse de verdad, prácticamente el problema por el que habían acudido a ella desaparecía.7 Más tarde comenzó a viajar por Estados Unidos, dando conferencias y facilitando talleres sobre amarse a uno mismo y sanar nuestras vidas, basados en la idea de que cada persona tiene la posibilidad de revelar su potencial ilimitado, sus recursos internos y con ellos acrecentar su bienestar, el cual se logra integrando los cuatro ámbitos esenciales del ser humano: el físico, el emocional, el intelectual y el espiritual.8
Posteriormente, Hay fue diagnosticada con un cáncer de útero. «Como a cualquiera que acaban de dicrle que tiene cáncer, fui presa de un pánico total», dijo.6 Hay relató que, en su opinión, el cáncer solamente era la manifestación externa de un profundo resentimiento que «devoraba» el cuerpo. Decidió no operarse ni someterse a ningún tratamiento médico y convenció a su médico para posponer la operación durante tres meses, el cual accedió dudoso.9 Hay efectuó la reflejoterapia y la terapia del colon, hizo una dieta específica para limpiar el organismo de todas las toxinas por la mala alimentación que llevaba y acudió a un psicoterapeuta especialista en expresar la rabia.9 Averiguó cómo había sido el pasado de sus padres —Hay consideraba que todos somos, en realidad, «víctimas de víctimas»— y descubrió que ellos también habían sido maltratados de pequeños, por lo que trabajó en el perdón para liberarse del resentimiento que albergaba hacia las personas que abusaron de ella y la maltrataron de pequeña, especialmente a su padrastro y su madre, hasta que pudo sentir compasión por ellos.10
La palabra «incurable», tan aterradora para tantas personas, para mí significa que esa dolencia, la que fuere, no se puede curar por medios externos, y que para encontrarle curación debemos ir hacia adentro. Si yo me hacía operar para librarme del cáncer, pero no me liberaba del modelo mental que lo había creado, los médicos no harían otra cosa que seguir cortándole pedazos a Louise hasta que ya no les quedara más Louise para cortar. Y esa idea no me gustaba.
Louise Hay6
Seis meses después de empezar su propia curación, el médico le confirmó que el cáncer había desaparecido completamente, sin haber recibido tratamiento de quimioterapia o cirugía.10

[editar]Regreso a California y continuación de su carrera literaria

Cuando se recuperó en 1980, Louise Hay dejó Nueva York para regresar a su lugar natal, California, donde continúa ayudando gente con sus métodos desarrollados a través de su experiencia. Ahí, inesperadamente, debió hacerse cargo de su madre de entonces noventa años, con severos problemas en la visión y casi sorda, que se había fracturado la espalda luego de una caída. Su hermana, por su parte, también padecía problemas de espalda.11 «Mi madre no había sido capaz de protegerme cuando yo era niña, pero ahora yo podía, y quería, cuidar de ella. Mi madre... está cada vez más fuerte y flexible. Le encargué un audífono... también conseguí convencerla de que se operase las cataratas en un ojo, y ¡qué júbilo fue para ella volver a ver, y para nosotras volver a ver el mundo con sus ojos!», relató en el otoño de 1984.12
En 1984 publicó uno de sus libros más relevantes, Usted puede sanar su vida. En él, Hay explicó como es posible sanar nuestro cuerpo y nuestro espíritu cambiando nuestras creencias limitantes. El Dr. Bernie Siegel lo definió como «un libro excelente para reestructurar nuestra vida y alcanzar la autoestima y el amor propio». Usted puede sanar su vida alcanzó la lista de best-sellers delNew York Times y se mantuvo durante 12 semanas consecutivas. Se han vendido más de tres millones de copias en 30 países a lo largo de todo el mundo.13
Gracias al éxito de su libro, fundó su propia editorial, Hay House.14 Los autores de Hay House incluyen a Wayne Dyer, Barbara De Angelis, Joan Borysenko, Bernie Siegel, Susan Jeffers, Alan Cohen y Stuart Wilde, entre otros. También estableció la Fundación Hay15 y el Fondo de Caridad de Louise Hay, organizaciones sin fines de lucro que apoyan a entidades diversas, incluyendo aquellas relacionadas con el Sida, las mujeres maltratadas y otros individuos desventajados de la sociedad. En 1985, Hay comenzó su grupo de ayuda, «Hay Rides»,16 con seis hombres diagnosticados con Sida. Alrededor de 1988, el grupo realizaba reuniones semanales con 800 personas y se había mudado a un auditorio en Santa Mónica. Fue durante este tiempo que escribió el libro SIDA: Un acercamiento positivo, basado en sus experiencias con este grupo.14
El mensaje de sanación de Louise Hay fue motivo de muchos artículos de periódicos y revistas. Ha aparecido en televisión en todo el mundo y su columna mensual, Querida Louise, apareció en más de 50 publicaciones en todo Estados UnidosCanadáAustralia,España y Argentina. Incluso, los medios australianos se refirieron a ella como «lo más parecido a un santo en vida».14
En 2008, cuand Hay contaba con 81 años, se estrenó la película Usted puede sanar su vida. En palabras de Hay, «es la historia de mi vida, mis enseñanzas, y cómo he aplicado los principios de mis enseñanzas a mi vida». El filme contó con la participación de Gregg BradenWayne DyerGay HendricksDoreen Virtue y Esther y Jerry Hicks. Además, fue dirigida por el ganador del premio EmmyMichael Goorjian.17
En septiembre de 2011, Hay y Cheryl Richardson publicaron su libro Usted puede crear una vida excepcional. En la actualidad, además de ofrecer conferencias, Hay disfruta de la pintura, la jardinería y el baile en su casa de San Diego cuando no viaja.14



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LA MUERTE Y CHAVELA

MI ALMA ES ETERNA. MI AMOR ES ETERNO

Hola mis queridos, 

este día empezó de una manera desconcertante para mí. Me encuentro en un momento vulnerable en el que no siempre sé donde estoy parada, a merced del viento y expuesta a la lluvia o al calor del sol. 

Me encuentro con la noticia de la muerte de Chavela Vargas. Una persona que admiro profundamente. 

Hace años, fui a verla en concierto en Madrid y para siempre tengo grabada la sensación de su salida a escena. Caminó lenta y decididamente hacia el micrófono con los brazos abiertos, su poncho rojo, y parecía un ave inmensa y majestuosa porque no andaba sino que sobrevolaba el escenario y esos brazos abiertos eran mucho más grandes que los huesos y la carne que los formaba. 


Ella abría sus brazos y te penetraba el corazón. 

Me entristece mucho su partida, aunque yo no crea en la muerte como tal. Creo que no morimos. 
Y de esto voy a hablar hoy. 

Fui bendecida con una familia en la cual no se practicaba ni seguía ninguna religión y esto me dio la inmensa libertad y la falta de prejuicio para con la espiritualidad e incluso con las religiones del mundo. No digo que sea esto mejor que venir al mundo en una familia que practica una religión, simplemente creo que en mi caso fue perfecto para mi búsqueda. 
Mis padres ni alababan ni criticaban a las religiones y a sus seguidores.

Desde muy chica sentí la necesidad de creer en algo más, simplemente no sabía en qué. No sabía rezar ni nada parecido. Sin embargo, era algo que deseaba en mi corazón. 

Siempre me resultó extremadamente fácil adoptar las creencias que resonaban conmigo, las que me parecían tener sentido o que sentía como verdad en mi corazón. 

Entre estas creencias, se encuentra la de múltiples vidas en este planeta. Creo que no morimos y creo que el amor no muere jamás. Creo que el alma, nuestra esencia, esa parte nuestra que se puede llamar de muchas maneras, no muere nunca. 
Creo que venimos a este planeta a aprender el amor incondicional. Volvemos las veces que sean necesarias para aprender esto. 
Esta creencia me da respuestas a muchas preguntas: explica el porqué de las vidas que empiezan con gran dificultad, las partidas de personas muy jóvenes y las distintas vidas que "nos tocan" vivir a distintas personas. 
El saber que tenemos más de una oportunidad, más de una vuelta en la calecita, ¿no es maravilloso? Saber que nuestras personas queridas están siempre con nosotros, ¿no es reconfortante? Para mí lo es y prefiero creer esto porque me hace sentir mejor. Simplemente, me parece tener más sentido que el creer que morimos y ya está. ¿Adónde iría esa parte nuestra que sale de nuestro cuerpo? Yo creo que asciende de alguna manera y reencarna si lo necesita. 

Eso es lo que yo creo. 
Cada uno elije sus creencias y no tenemos porqué creer lo mismo. Lo que sí me interesa compartir acá hoy es el hecho de que podemos elegir incluso nuestras creencias acerca de la muerte, así como elegimos creer que el mundo es un lugar seguro, feo, hermoso, expansivo, que soy una persona con suerte o que siempre viene primero el colectivo que no espero, etc...

Podemos elegir lo que creemos acerca de lo que es la muerte. 

Hoy digo: ¡Hasta siempre Chavela! 
Gracias por tu belleza, tu generosidad, tu pasión, tu entrega, gracias por esta vida que viviste. 

Los quiero, 

Claudia

coachclaudiaa@gmail.com 
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