hoy les quiero hablar del poder sanador de las emociones. El paso previo a la sanación, lo que precede al perdón es el expresar y soltar las emociones que bloquean nuestro fluir con la vida y la alegría.
Las dos emociones tóxicas que podemos experimentar entran en dos categorías; el miedo y la rabia.
Muchas veces, guardamos estas emociones en vez de expresarlas, o bien porque juzgamos que el momento no es el idóneo o simplemente porque aprendimos a "tragar" estas emociones que, a menudo socialmente, son consideradas más o menos aceptables.
Las lágrimas que lloramos cuando entramos en contacto con nuestro miedo son sanadoras. Cuando lloramos lágrimas que expresan y sueltan emoción, aliviamos nuestro corazón y sanamos.
Cuando expresamos y soltamos nuestro resentimiento y nuestra rabia de forma sana y positiva, sacamos afuera energía que puede ser muy dañina para nuestro cuerpo y nos limpiamos de alguna manera.
A partir de ahí podemos entonces plantar semillas positivas que crezcan sobre suelo fértil.
Si nos sentimos tristes, letárgicos, malhumorados, si tenemos mucha confusión, poca paciencia o nos enfermamos seguido, podemos estar seguros de que tenemos necesidad de soltar alguna emoción que nos está frenando.
Hay maneras de hacer esto de forma segura y eficaz.
En el caso del miedo/la tristeza/el dolor, podemos pedirle ayuda a alguien de confianza, una amiga, un hermano, alguien con quien nos sentimos seguros para poder abrir nuestro corazón y dejar que fluya la emoción. También podemos hacerlo solos, por ejemplo, abrazando un peluche o una almohada contra el pecho si sentimos la necesidad. Podemos hablar o no, lo importante del proceso es expresar y soltar la emoción.
Si sentimos necesidad de soltar rabia o resentimiento, podemos hacer lo que bauticé "almohadoterapia", jaja, que consiste en sentarnos encima de la cama o una superficie blanda y segura y pegar almohadones y almohadas con los puños o entre sí. También se puede gritar en la almohada o dentro del auto con las ventanillas cerradas, o en plena naturaleza, donde nadie se asuste y nos sintamos seguros.
Para profundizar, se puede escribir sobre la experiencia y terminar de soltar sobre el papel.
Después, además de darnos una ducha, tomarnos un te caliente o envolvernos en una frazada, podemos hacer afirmaciones positivas que apoyen nuestro proceso de sanación.
Que suelten lo que no les sirve y sean cada día más felices,
los quiero,
Claudia
Afirmación:
EXPRESO CADA EMOCIÓN DE FORMA SEGURA Y SANA. SUELTO LO QUE YA NO ME SIRVE Y ME ABRO A LO NUEVO. TODO ESTÁ BIEN EN MI MUNDO.
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