LOS CUATRO ACUERDOS TOLTECAS- EL SEGUNDO

Hola mis queridos, 


recién ahora me siento a escribirles...la verdad es que no paré desde que me levanté y no alcancé a sentarme tranquilamente delante de mi compu hasta ahora. Tuve un curso por la mañana, el Curso Louise Hay para Mujeres, después fui a conocer a Juan de la Comunidad Siete Palmeras, comí con mi hermano y llegó una de mis clientas para su sesión de coaching. 
Hoy di y recibí toneladas de amor. ¡Gracias!


Hoy, les traigo el Segundo Acuerdo Tolteca, el que inspiró que les escribiera sobre estos Cuatro Acuerdos en primer lugar. 
Hace unos días, viví un episodio con una persona muy querida y cercana que sintió un gran miedo al ver otra faceta mía. Su reacción fue fuerte e incluso me dijo palabras que, en otro momento de mi vida, habrían sido hirientes para mí. En otra etapa de mi vida, habría reaccionado yo también. Sin embargo, sabiendo perfectamente en mi corazón que lo que esta persona me decía no tenía  absolutamente nada que ver conmigo, sino que era simplemente producto de su propio temor, me mantuve serena e incluso sentí amor y compasión. Fue una experiencia bellisima para mí; sentí claramente lo que sucede cuando no nos tomamos las cosas personalmente y nos mantenemos conectados con el amor de nuestro corazón. Además, la otra persona se fue suavizando, al no tener con que alimentar su miedo, no le quedó otra que abrirse de nuevo al amor. 


Afirmación


HOY ELIJO CENTRARME EN EL AMOR DE MI CORAZÓN Y SANAR MI MIEDO

Los quiero

Claudia

2. No te tomes nada personalmente
Cada cual vive su propia película en la cual es protagonista. Cada cual afronta su propia odisea viviendo su vida y resolviendo sus conflictos y sus miserias personales. Cada cual quiere sobrevivir el sueño colectivo y ser feliz. Y cada cual lo hace lo mejor que puede dentro de sus circunstancias y sus limitaciones.
Las demás personas sólo somos figurantes en esa película que cada cual hace de su vida, o a lo sumo personajes secundarios. Si alguien me insulta por la calle (o yo lo percibo así) con casi toda seguridad no tiene nada o muy poco que ver conmigo; es simplemente su reacción a algo que está pasando fuera (un mal día con su pareja o en el trabajo, una discusión con su hija), o más probablemente dentro (preocupaciones, ansiedad, frustración, impaciencia, una gastritis o un dolor de cabeza).
La impaciencia o las exigencias de tu pareja, de la vecina del rellano o de la cajera del supermercado, las críticas de tu hijo o en el trabajo, nada de eso es personal. Cada cual está reaccionando a su propia película.
Hay mucha magia negra fuera, lo mismo que la hay dentro de ti misma, o de mí. En cualquiera, en algún momento de su vida, en algún momento del día. Todo el mundo somos "depredadores emocionales" alguna que otra vez.
"Tomarse las cosas personalmente te convierte en una presa fácil para esos depredadores, los magos negros... Te comes toda su basura emocional y la conviertes en tu propia basura. Pero si no te tomas las cosas personalmente serás inmune a todo veneno aunque te encuentres en medio del infierno", asegura Miguel Ruiz.
Comprender y asumir este acuerdo nos aporta una enorme libertad. "Cuando te acostumbres a no tomarte nada personalmente, no necesitarás depositar tu confianza en lo que hagan o digan sobre ti las demás personas. Nunca eres responsable de los actos o palabras de las demás personas, sólo de las tuyas propias. Dirás "te amo" sin miedo a que te rechacen o te ridiculicen". Siempre puedes seguir a tu corazón.
Respecto a la opinión ajena, para bien o para mal, mejor no depender de ella. Ésa es otra película. NO TE TOMES LAS COSAS PERSONALMENTE.


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