EL CAMBIO

Hola mis queridos, 


hoy tengo ganas de hablarles del cambio. 
Estuve hablando ya de la resistencia que puede surgir cuando nos enfrentamos al cambio y de estar dispuestos a cambiar. 
Hoy quiero tocar más específicamente el cambio en sí. 


A muchos nos asusta que las cosas cambien, que las relaciones se terminen, que cambie lo que sentimos, lo que deseamos o que el mundo a nuestro alrededor cambie. 
Sin embargo, la vida es cambio. Es lo único de lo que podemos estar seguros siempre; todo cambia todo el tiempo. Nosotros mismos estamos en constante evolución y cambiamos. 
Cuando pretendemos que otros no cambien (o cambien para nosotros) o bien de parecer, o de actitud frente a la vida y las circunstancias, estamos pidiendo un imposible. 


El cambio puede despertar nuestros miedos y nuestras inseguridades, por eso a veces, lo rechazamos y nos resistimos. 
Cuando algo no funciona en nuestra vida, lo más probable es que necesitemos hacer un cambio. O bien cambiar lo que elegimos en el exterior o cambiar algo en nuestro interior; alguna creencia a la que nos aferramos y que ya no nos sirve, alguna idea preconcebida sobre cómo deben ser las cosas o cómo deben actuar los demás, o cambiar algún hábito que es dañino para nosotros o simplemente, no nos nutre. 
Algunas personas prefieren morirse antes que cambiar, y de hecho, se mueren. Lo cual también es una elección y una opción. (Sucede a menudo ante problemas de salud que requieren serios cambio en la alimentación y los hábitos)


Otro cambio importante que hacemos en nuestras vidas puede ser el de perdonar y soltar. Todos hemos vivido episodios dolorosos y tenemos personas en nuestro pasado (o tal vez en nuestro presente) que consideramos culpables de nuestro dolor. Sentimos que "ellos" nos hicieron tal y cual cosa y que son culpables y responsable de nuestro dolor o de que algo no funcione en nuestra vida. 
Sin embargo, somos nosotros los que elegimos seguir atados a lo que esas personas "nos" hicieron. Que los perdonemos o no, en la mayoría de los casos, no los afecta a ellos, sino que nos afecta a nosotros. Cuando perdonamos, nos liberamos. Una vez más, aunque no sepamos como perdonar, podemos estar dispuestos a perdonar. 


Para los cambios que suceden sin que los deseemos, o los que nos propongamos y supongan que nos sintamos inseguros; por ejemplo, en mi caso, el mudarme de nuevo a Buenos Aires. Yo lo elegí y estoy encantada con mi decisión, esto no significa que no me sienta insegura por momentos y es un gran cambio que conlleva un tiempo y un proceso de adaptación. 


En estos casos, y en cualquier caso, nos podemos simplemente repetir, sobre todo en los momentos de ansiedad, miedo, angustia, temor por el futuro etc.... 
TODO ESTÁ BIEN EN MI MUNDO. 
ESTOY SEGURA Y A SALVO. 


Así que; adelante con los cambios. A aceptarlos como parte de la vida, a quererlos y a proponernos hacer cambios positivos para nosotros mismos. 


Cuentan con todo mi apoyo y mi amor, 


Claudia


Afirmación

TODO ESTÁ BIEN EN MI MUNDO. 
ESTOY SEGURA Y A SALVO. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario